Resumo
En la epistemología, parte de la filosofía dedicada a las múltiples maneras en que nos acercamos a las grandes interrogantes del saber, hay tipos de conocimiento, como el diseño, no explicables únicamente por sus pretensiones de saberes verdaderos -como ocurre con las ciencias denominadas “duras”-, sino por la vía de adquisición, el grado de orden que establecen en el mundo, la orientación que proporcionan a la vida de los seres humanos y los progresos que propician a la humanidad.
Estos conocimientos no “acreditan” la racionalidad de sus estructuras conceptuales (racionalidad que para muchos es sinónimo de autoridad y jerarquía), a pesar de ser verdaderos, son los conocimientos provenientes de las experiencias diarias o de la percepción como es el caso del diseño cuyos órdenes escapan a las posibilidades comunes de comprobación y, como afirmaba Bertrand Russell,
[…] todo conocimiento acerca de lo que hay en el mundo, si no se refiere directamente a hechos conocidos por medio de la percepción o la memoria, ha de ser inferido de premisas, de las cuales, al menos una nos es conocida por medio de la percepción o de la memoria […] formas de probable inferencia que deben ser aceptadas […] (Russell, 1976: 136)
Pese a estas dificultades, es válido reconocer como punto de partida y recurso metodológico, el cúmulo de fenómenos que a lo largo de la historia se han llamado “diseño” y los objetos que de ello emanan, denominados “lo diseñado”. Esto hace factible encontrar criterios para determinar el objeto de estudio llamado “diseño” y una vez logrado esto, fijar las características epistemológicas de la disciplina que se estudia, esto determina la denominada Teoría del Diseño. A partir de esto se estará en condiciones de crear jerarquías y urdimbres epistemológicas intradisciplinarias –procedentes de la esencia misma de la práctica del diseño y su metodología particular-, multidisciplinarias –vinculadas a las teorías comunes a disciplinas provenientes de fundamentos comunes, como las artes visuales, la comunicación o la arquitectura, entre otras- e interdisciplinarias –emanadas de la diversidad de relaciones entre el universo disciplinario y la metodología del diseño, de donde se originan por ejemplo la pedagogía del diseño, la psicología del diseño, etc.-.
DOI:https://doi.org/10.56238/sevened2024.003-044